Cuando te sientes saturado tu alma está gritando, pidiendote que bajes la intensidad de tu vida y crees un espacio solitario de silencio y armonía para que ella pueda expresarse a traves de tu consciencia. A veces hay que alejarse para verlo todo. La meditación no es un lujo, es necesaria para tu supervivencia. Para alcanzar el estado meditativo debes acostumbrarte a vivir en un ritmo más lento, sin exigirte demasiado.
La meditación en la Kabalah es llamada de ‘hitbodedut’ התבודדות, aislamiento. No es solamente concentración o relajación, es aislarse en tu mundo interior, una especie de regreso a casa. Cuando te alejas conscientemente del mundo externo y disminuyes el parloteo de tu mente, generas un espacio de soledad que enseña más que cualquier compañía, y expandes tu capacidad intuitiva.
Como dijo Schopenhauer, “la soledad es la suerte de todos los espiritus excelentes”.