Familia bonita de Cero Estrés Cero Maldad, antes de que el año se nos escape del todo, quiero decirles algo con calma y con verdad: gracias. Gracias por estar, por intentarlo, por no rendirse incluso cuando el cansancio, la prisa o la mente pesada se atravesaron en el camino.
Desde el desarrollo humano hay una idea clave que me encanta: no crecemos porque el año cambie, crecemos cuando nosotros cambiamos la forma de vivirlo. Y este año, de una u otra manera, nos entrenó. Nos enseñó a escucharnos más, a bajar el ritmo cuando hacía falta y a elegirnos un poquito mejor.
Despedir el año no es hacer cuentas de lo que faltó, es reconocer todo lo que sí sostuvimos. Y arrancar uno nuevo no va de promesas gigantes, sino de decisiones pequeñas pero constantes: respirar mejor, hablarnos con más respeto y vivir con menos estrés y más intención.
Que este nuevo ciclo nos encuentre presentes, con ganas reales de vivir bonito y con el compromiso de seguir caminando juntos. Hoy es un buen momento para elegir cómo queremos sentirnos este año… y empezar ya.
Abrazo grande, sincero y con mucha buena vibra 💙
Vamos con todo, pero en paz ✨



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