🌿 Sucot: Una lección ancestral para vivir con confianza y alegría

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Hay momentos en el año que parecen tener una energía especial, días en los que el alma necesita respirar diferente. Uno de esos momentos es Sucot, una antigua festividad del calendario espiritual hebreo que, aunque nació hace miles de años, sigue hablando con una claridad asombrosa a la vida moderna.

Sucot, vista desde la Kabbalah, no es solo una tradición religiosa ni una costumbre folclórica: es una herramienta de crecimiento personal y conexión espiritual.

🌾 ¿Qué es Sucot?

Literalmente, “Sucot” significa “cabañas” o “refugios”. Durante siete días, las personas construyen una pequeña choza —llamada sucá— hecha con materiales naturales, con un techo de ramas que deja pasar la luz del sol y por donde se pueden ver las estrellas. En ella se come, se conversa, se celebra y, en algunos casos, hasta se duerme.

A simple vista, parece algo simbólico: recordar cuando los antiguos israelitas vivieron en tiendas durante su travesía por el desierto. Pero, según la Kabbalah, este acto es mucho más profundo.

Construir una sucá es recrear un espacio espiritual: un recordatorio de que la seguridad verdadera no proviene de las paredes firmes, ni del dinero, ni de la rutina, sino de una energía invisible que nos rodea y sostiene: la Luz.

☀️ Sucot: la alegría después de la introspección

Sucot llega justo después de dos festividades muy intensas: Rosh Hashaná (el nuevo año espiritual) y Yom Kipur (el día de purificación interior). Después de haber revisado nuestras acciones, limpiado el alma y perdonado, llega el momento de celebrar.

La Kabbalah dice que Sucot es la etapa en la que el alma se llena nuevamente de energía, alegría y propósito. Es como si el universo dijera: “Ya soltaste lo viejo, ahora celebra lo nuevo que eres”.

Sucot es, en esencia, una fiesta de renacimiento espiritual. No una alegría vacía, sino una alegría que nace de la conciencia, de saber que estás alineado con la vida y con la Luz.

🌙 La cabaña y su significado espiritual

Desde la Kabbalah, cada elemento de la sucá tiene un significado simbólico.

Las paredes representan el cuerpo, la mente y el espíritu, los tres pilares que sostienen la vida.

El techo, hecho de ramas, se llama Sejaj y simboliza la conciencia, ese punto intermedio entre lo material y lo divino. No debe ser totalmente cerrado ni completamente abierto; debe dejar pasar la luz y a la vez crear sombra.

Este equilibrio entre luz y sombra refleja el equilibrio interno que todos necesitamos. No podemos vivir en una perfección constante ni en la oscuridad total. La vida espiritual ocurre cuando logramos aceptar ambas cosas: la luz y la sombra, lo fácil y lo difícil.

Así, vivir una semana en una sucá es un acto de humildad. Nos recuerda que lo que realmente nos protege no es lo que poseemos, sino la conciencia con la que vivimos.

💫 La alegría como energía espiritual

Uno de los aspectos más bellos de Sucot es la alegría. La Torá (el texto sagrado hebreo) dice: “Y te regocijarás durante siete días”. No es una recomendación emocional, es una instrucción energética.

La Kabbalah enseña que la alegría es una fuerza creadora, no una consecuencia. Cuando vibramos en alegría —no por lo que tenemos, sino por lo que somos— abrimos canales de energía positiva que traen más Luz, abundancia y armonía a nuestras vidas.

Por eso, Sucot se conoce también como “el tiempo de nuestra alegría”.

La sucá nos enseña a encontrar gozo en lo sencillo: en la conversación, en la comida compartida, en mirar el cielo sin techo. En comprender que incluso en lo temporal, hay belleza.

🌿 Recibir para compartir

Sucot también enseña una de las leyes espirituales más importantes de la Kabbalah: el principio de “recibir para compartir”.

Todos nacemos con un deseo natural de recibir: amor, éxito, bienestar. Pero cuando ese deseo se vuelve solo para uno mismo, genera vacío. La energía se estanca.

El propósito de la vida —según la Kabbalah— no es dejar de desear, sino transformar el deseo en propósito.

Sucot nos ayuda a hacerlo: nos recuerda que la verdadera plenitud llega cuando compartimos lo que tenemos, cuando somos canales de la Luz, no contenedores cerrados.

Durante la festividad, se utilizan cuatro elementos naturales: una palmera (Lulav), un mirto (Hadás), un sauce (Aravá) y un fruto de cidro (Etrog). Cada uno representa una parte del ser humano —la voluntad, los ojos, los labios y el corazón—. Al agitarlos juntos, se armonizan mente, cuerpo y emoción. Es una forma simbólica de decir: “Quiero estar en equilibrio con la Luz.”

🌍 Una lección universal

Sucot no pertenece solo a una religión. Es un símbolo universal.

El Midrash (texto de sabiduría hebrea) dice que en la época del Templo de Jerusalén se ofrecían 70 ofrendas durante Sucot, una por cada nación del mundo. En otras palabras, Sucot representa la unión de toda la humanidad bajo un mismo cielo.

En tiempos donde la separación, el miedo y la prisa dominan, Sucot nos recuerda algo esencial: todos somos viajeros en la misma tierra. Todos buscamos seguridad, todos necesitamos refugio, todos anhelamos sentirnos en casa.

Y aunque cada quien construya su propia cabaña —su camino, su fe, su vida—, todos vivimos bajo el mismo techo: el cielo.

✨ La enseñanza para hoy

Sucot, desde la Kabbalah, no es una festividad del pasado; es una guía práctica para el presente.

Nos enseña a vivir con sencillez, a agradecer más, a soltar el control, y a confiar en que el universo nos sostiene incluso en los momentos inciertos.

Nos invita a transformar la fragilidad en fortaleza espiritual y a recordar que el alma no necesita perfección, necesita conexión.

Así que aunque no tengas una sucá física, puedes construir una interior:

Cada vez que eliges confiar en lugar de preocuparte, estás dentro de ella.

Cada vez que agradeces en lugar de quejarte, estás dentro de ella.

Cada vez que compartes sin esperar nada, estás dentro de ella.

Sucot no es una casa temporal; es una conciencia eterna.

Y cuando aprendemos a vivir bajo ese techo invisible de fe, amor y alegría, descubrimos que el mundo entero puede ser nuestra sucá: un lugar donde la Luz y la vida siempre encuentran espacio para entrar. 🌟

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