¡¡¡ Cero estrés, cero maldad !!!

¿Sabías que un simple gesto puede transformar tu día y recordarte el poder que tienes dentro de ti? Hoy quiero regalarte un recordatorio muy especial: no necesitas complicarte para conectarte con tus sueños, basta con una moneda y una fuente.

Tirar una moneda en el agua no es superstición, es un acto simbólico que reafirma tu compromiso con lo que deseas. Ese pequeño movimiento físico se convierte en un ritual que une lo material (la moneda) con lo emocional (el agua, símbolo ancestral de los sentimientos).

Las fuentes de deseos no son invento moderno. En Roma, la fuente de Trevi fue célebre por conceder anhelos, especialmente de amor. En Irlanda, la tradición decía que los seres mágicos amaban lo que brillaba y premiaban a quienes arrojaban monedas en pozos y lagos. Estas historias no solo son curiosas, son prueba de que muchas culturas compartían la misma intuición: el deseo cobra fuerza cuando se declara con un símbolo visible.

Y seamos honestos: ¿quién no ha deseado algo con todas sus fuerzas? Todos sabemos lo que es querer con el corazón encendido, y ahí conectamos. Tu deseo no necesita permiso ni justificación: es tuyo, es válido y merece ser lanzado al universo.

Yo, que llevo años explorando cómo las tradiciones, la psicología y lo espiritual se entrelazan, puedo decirte con certeza que este tipo de rituales son poderosos no porque la moneda “tenga magia”, sino porque tú eres la fuente de la magia. El ritual despierta en ti la confianza y la claridad que te acercan a tu objetivo.

Por eso, hazlo hoy. No lo pospongas. Tira esa moneda, pide tu deseo con todo tu corazón y lánzalo al agua como quien abre una puerta invisible hacia nuevas posibilidades. Hoy es el momento, porque los deseos no esperan y el agua sigue fluyendo… ¿De verdad quieres dejarlo pasar?.