¡¡¡ Cero estrés, cero maldad !!!

¿Te ha pasado que prendes la tele, abres tu celular o navegas por cualquier red… y bam, todo son guerras, tragedias, escándalos y corrupción?

Te entiendo. Vivimos bombardeados por noticias feas desde que abrimos los ojos. Y, sin darnos cuenta, nuestra mente se vuelve una esponja de ansiedad, miedo y desconfianza. Empiezas el día con estrés, lo llenas con frustración… y lo terminas agotado, con el alma vuelta trapo. ¿Sabes qué es lo más loco? Que esto no es normal. Pero lo hemos normalizado.

Ahora… imagina esto:

Una mente tranquila, una sensación de calma, de ligereza.

Una sonrisa apareciendo solita en tu rostro.

El corazón respirando hondo.

Una historia que te transporta lejos de todo lo gris y lo pesado.

Un momento que no te exige nada más que imaginar.

Sí, estoy hablando de algo tan simple y mágico como leer un cuento.

¿Qué tiene de especial leer un cuento?

Parece chiste, pero es medicina. Leer un cuento —o ver una caricatura que te haga reír— es como darle a tu mente un masaje relajante después de una jornada de noticias tóxicas. Es como meterte en una burbuja donde el mundo vuelve a tener sentido, donde la creatividad florece, donde puedes volver a ser tú sin miedo, sin presión, sin que nadie te grite desde una pantalla.

Y no, no es escapismo tonto. Es una forma sabia de resetear la mente.

¿Cómo aplicar esta técnica sanadora paso a paso?

Apaga todo lo que grite tragedia. Ese día, ni tele, ni radio, ni redes, ni noticieros. Nada que te hable de caos. Elige un cuento. Puede ser algo corto, como un cuento de hadas, una fábula o un relato que te haga viajar. No necesitas más de 5 a 15 minutos. Crea el ambiente. Un rincón cómodo, tu bebida favorita, una mantita si hace frío, una lámpara cálida… Que sea TU momento. Sumérgete. Deja que tu imaginación haga lo suyo. Si es divertido, ríete. Si es tierno, suspira. Si tiene moraleja, medítala. Vuelve lentamente. Cuando termines, nota cómo te sientes. Más relajado, más ligero, más creativo… ¡más tú!

Reflexión con café en mano

Vivimos tiempos raros, y no podemos cambiar el mundo entero… pero sí podemos cuidar el universo más importante: tu mente.

Si dejas que el ruido del mundo sea tu banda sonora diaria, te acostumbras a vivir con miedo. Pero si aprendes a darte estos pequeños espacios de belleza, fantasía y ternura, entonces recuperas un poder enorme: el de tu imaginación, el de tu serenidad, el de tu alegría sin motivo.

Los cuentos no son solo para niños. Son para adultos que ya no quieren vivir asustados.

¿Te animas a probarlo hoy?

Haz el experimento. Hoy, regálate 15 minutos de cuento y cero noticias.

Ponle pausa al drama global.

Respira, sueña, ríe, imagina.

Y si quieres hacerlo aún más poderoso… compártelo. Léelo con alguien, mándalo por WhatsApp, súbelo a tus historias. Que otros también descubran que hay otro camino.

Uno más bonito, más sano, más humano.

Y tú… ¿cuál será el primer cuento que vas a leer hoy?

Te leo en los comentarios.