¿Has sentido que la vida se te deshace entre los dedos? Como si justo cuando por fin logras tener algo bonito, ¡pum!, se va. La amistad que creías inquebrantable, el amor que parecía eterno, esa conexión con tus seres queridos que antes era tan fuerte… y ahora parece lejana, como una señal de WhatsApp que ya no llega.
Te entiendo, de verdad. Porque a todos, tarde o temprano, nos llega ese momento donde sentimos que estamos perdiendo lo que más queremos. Y no es que no les importemos, es que el mundo se mueve rápido, la vida se complica, y a veces simplemente se enfría algo que era fuego.
Pero… ¿y si te dijera que puedes proteger esos vínculos? ¿Que puedes guardar a esas personas en un pequeño círculo de magia, amor y luna?
No necesitas brujería complicada ni un kit de alquimia. Solo necesitas intención, un poco de creatividad… y una luna llena brillante como tus ganas de que no se rompa lo bonito.
EL RITUAL DEL CÍRCULO LUNAR: PASO A PASO
Este ritual es un apapacho energético, una especie de anillo invisible que rodea con buena vibra a quienes amas. Aquí va el paso a paso, sin rollos, sin complicaciones:
1. Por la mañana de luna llena, agarra una hoja de papel (la que quieras, pero de preferencia blanca).
2. Con talco (sí, ese de bebé o el que tengas), haz un círculo sobre el papel.
3. Prende una vela. Deja que la cera caiga sobre el círculo, con calma y cuidado, como si sellaras un espacio sagrado.
4. Espera que se seque. Vuelve a poner talco y otra capa de cera. Hazlo varias veces para fortalecer ese círculo. ¡Este paso es como armar una armadura energética!
5. Cuando esté seco y firme, con una aguja escribe muy suavemente dentro del círculo los nombres de las personas que amas y quieres proteger.
6. Por la noche, cuando la luna esté poderosa en el cielo (sin nubes, porfa), saca tu círculo y déjalo toda la noche bajo su luz.
7. A la mañana siguiente, recógelo antes de que le dé el sol directo, porque si se derrite… se debilita.
8. Guárdalo. No se rompe ni se repite. En cada luna llena, solo sácalo a la luz lunar de nuevo y listo: la protección se renueva solita.
¿Y esto por qué funciona?
Porque no se trata de magia de caricatura, sino de intención profunda. Se trata de recordarle al universo —y a ti— que no estás dispuesto a soltar lo que amas sin luchar con belleza y significado.
El círculo es símbolo de unión, de protección, de que no hay principio ni fin. La cera, cuando se solidifica, conserva la forma como los recuerdos más puros. El talco suaviza, limpia, sana. Y la luna… ah, la luna. Esa abuelita cósmica que nos cuida desde arriba con luz plateada.
Reflexión de corazón a corazón
Tal vez lo que más necesitamos no es controlar el mundo, sino confiar. Tal vez lo más sabio no es retener, sino proteger con amor. Y este ritual es justo eso: una forma de decir “te cuido” sin palabras, de construir un puente invisible entre tú y los que amas.
Y mira, no estás sol@ si a veces sientes miedo de perder. Eso solo significa que tu amor es real.
Ahora va la neta:
¿A quién quieres cuidar en esta luna llena? ¿A quién te gustaría tener siempre cerca, aunque la vida les ponga caminos distintos?
Haz el ritual. Siente. Recuerda. Y cuéntame en los comentarios cómo te fue.
¿Lo vas a hacer por tu pareja? ¿Tu mamá? ¿Tus hijos? ¿Un amigo que se está alejando?
Déjalo aquí abajo, y si quieres, comparte este ritual con esa persona. Que sepa que la metiste en tu círculo. Porque eso… eso sí que no se olvida.
Nos vemos bajo la luna.
Y recuerda: el amor, cuando se protege con intención, tiene más fuerza que mil promesas.
¿Le entras al ritual?





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