A ver… sé honesto:
¿Te ha pasado que el dinero entra a tu vida como el viento… y se va igual de rápido?
¿Que por más que chambeas, ahorras y haces todo “bien”, tu cartera sigue flaca y triste?
Y lo peor: ves a otros que casi sin hacer nada ¡zas!, les llueve lana.
No estás solo. Y no estás mal.
El problema no eres tú.
La bronca es que nunca nadie nos enseñó a activar la energía de la abundancia… esa que va más allá de trabajar horas extras o tener otro jale.
Pero aquí viene lo bueno…
El secreto que nadie te contó (y que puede estar en tu refrigerador)
Este día vamos a hacer algo bien sencillo, pero poderoso:
un ritual con semillas de melón para atraer dinero.
Sí, con melón. No es broma.
Y no es por “magia” sin sentido… es porque estamos usando un principio ancestral que funciona por una razón muy lógica (y energética).
¿Por qué el melón?
Porque es una fruta con una brutal capacidad de multiplicarse.
Su interior está lleno de semillas. No una, no dos… decenas, centenas.
Y cada semilla es potencial puro.
Una sola puede crear una planta con más melones, y más semillas, y así hasta el infinito.
¿Ves para dónde vamos?
El paso a paso del ritual (más fácil que pelar un plátano)
1. Consigue un melón rico, jugoso, dulce (y de preferencia maduro).
2. Saca varias semillas de su interior. Puedes pensar en cada una como una “monedita energética”.
3. Lávalas bien, con agüita limpia. Quita lo pegajoso. Estás purificando la energía.
4. Sécalas con una toalla o mejor aún: déjalas al sol. El sol les mete vida y poder.
5. Ya que estén bien secas, guárdalas en una bolsita de plástico o un sobre blanco.
6. Ponlas en tu cartera y listo.
Cada vez que abras tu cartera, piensa:
“Estas semillas multiplican mi dinero. Lo que tengo, se multiplica.”
Y no es para que las uses una vez y ya.
Es para que cada día le recuerdes a tu energía:
“Aquí hay poder de multiplicación. Aquí crece la abundancia.”
Reflexión: ¿Y si lo que falta no es dinero, sino creértela?
Muchas veces, no es que no haya dinero…
Es que tú y yo no lo estamos llamando bien.
Estamos peleando con él, quejándonos de que no alcanza, o dudando de que pueda llegar fácil.
Pero el dinero no llega con quejas.
Llega con claridad, energía, deseo y acción simbólica.
Cuando haces este ritual, no es por “brujería”, es por vibración.
Estás diciéndole a tu inconsciente:
“Yo merezco abundancia. Yo activo la energía de crecimiento. Yo sí quiero que me rinda.”
Y eso… créeme…
el universo lo escucha clarito.
Hazlo y cuéntame: ¿qué pasó?
Haz el ritual. Hazlo con fe.
No desde la desesperación, sino desde la certeza de que algo bueno va a cambiar.
Y luego me escribes:
• ¿Te rindió más el dinero esta semana?
• ¿Te llegó algo inesperado?
• ¿Te sentiste más confiado?
¡Quiero saberlo! Porque esto funciona, y tú también puedes vivirlo.
Hoy te invito a algo simple pero poderoso:
Haz el ritual con las semillas de melón y activa tu energía de abundancia.
Y si te gustó esto, compártelo con alguien que necesite un empujón de buena vibra (y de billetes).
Comenta:
¿Qué otra fruta crees que podría tener poderes mágicos?
Y recuerda:
el dinero no es el enemigo… es un aliado. Solo tienes que aprender a hablar su idioma.
¿Empezamos con un melón?




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