Imagina esto: Estás en casa, relajado, y de repente escuchas un ruido extraño en la sala. Vas a revisar y descubres que alguien acaba de entrar a robar. ¿Qué haces?
• Te lanzas a enfrentar al ladrón, listo para resolver la situación.
• Te das la vuelta y sales corriendo sin mirar atrás.
• Te invade un hambre feroz y corres al refri por algo que te calme.
• Te quedas paralizado, sin saber qué hacer, con lágrimas en los ojos.
• Tu mente se va a pensamientos… inesperados sobre la situación.
Raro, ¿no? Pero según el libro Who Are You? de Malcolm Godwin, estas cinco respuestas son nuestras reacciones instintivas ante el estrés: pelear, huir, paralizarte, comer o pensar en sexo. Y cada una revela un poco más de quién eres en lo más profundo.
Ahora, antes de que pienses “¡Pero yo reaccionaría diferente!”… detente un segundo. Tu reacción no es una elección consciente. Es un reflejo automático de tu cerebro, condicionado por años de evolución y experiencias personales.
Por qué importa saber esto
Porque entender cómo reaccionas puede cambiar tu vida.
Piensa en cada vez que has tenido que tomar una decisión rápida:
• Una discusión fuerte con tu pareja.
• Un mensaje inesperado que te altera.
• Una oportunidad que se presenta sin previo aviso.
Si identificas tu reacción primaria, puedes usarla a tu favor en lugar de dejar que te controle.
Cómo usar tu reacción natural para mejorar tu vida
1. Si eres de los que pelea (acción inmediata):
Eres una persona de reacción rápida, lo cual es increíble en situaciones donde se necesita liderazgo y decisión. Pero ojo: no siempre la confrontación es la mejor opción. Aprende a elegir tus batallas y a medir las consecuencias antes de actuar.
2. Si huyes (evitación):
Tienes una gran habilidad para dejar ir las cosas y no enredarte en dramas innecesarios. Pero también podrías estar perdiendo oportunidades por evitar conflictos. Enfrenta lo que te incomoda poco a poco, en lugar de desaparecer.
3. Si comes (ansiedad canalizada):
Tu cuerpo usa la comida como un mecanismo de confort. No es malo, pero puede volverse un problema si te desconectas de tus emociones reales. En vez de correr al refri, haz una pausa y pregúntate: “¿Qué necesito realmente en este momento?”
4. Si te paralizas (bloqueo emocional):
Eres una persona muy sensible, y eso es una gran fortaleza. El problema es cuando el miedo o la confusión te impiden actuar. Practica ejercicios de respiración y anclaje para ayudarte a reaccionar en momentos clave.
5. Si piensas en sexo (asociación emocional intensa):
Tu cerebro asocia el estrés con impulsos primarios. No es malo, pero es clave que entiendas por qué y cómo canalizarlo sin que se vuelva una distracción o una fuente de culpa. Busca otras formas de liberar la tensión, como el ejercicio o la creatividad.
La clave no es cambiar, sino entender y adaptar
Muchas veces tratamos de forzarnos a ser diferentes cuando lo más efectivo es usar lo que ya somos a nuestro favor. En lugar de pelear contra tu reacción natural, conviértela en una herramienta para mejorar tu vida.
Ahora dime: ¿Cuál de estas cinco reacciones crees que es la tuya? ¿Y cómo crees que ha afectado tu vida hasta ahora? Déjamelo en los comentarios, quiero leerte.




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