Imagina esto: Un día, alguien encuentra un libro con tu nombre en la portada. Lo toma entre sus manos, lee el título y siente una profunda curiosidad por abrirlo. ¿Qué dice esa portada? ¿Refleja realmente la historia que has vivido… o la historia que aún no te has atrevido a escribir?
Porque seamos honestos: todos llevamos dentro un libro que merece ser contado. Pero, ¿cuántos de nosotros nos atrevemos a escribirlo? Y no me refiero solo a sentarte a teclear 200 páginas (aunque también estaría genial), sino a escribir tu vida de una forma que, cuando la leas dentro de unos años, te haga sentir orgulloso, emocionado y sin arrepentimientos.
Así que hoy te propongo algo divertido y poderoso a la vez: imagina la portada de tu libro.
Paso 1: Ponle título a tu historia
Si tu vida fuera un libro, ¿cómo se llamaría en este momento? Puede ser algo inspirador, algo gracioso o incluso algo dramático (pero con final feliz, por favor).
Ejemplos:
• “Sobreviví al lunes (y al café quemado)” ☕
• “Dejé de esperar… y empecé a vivir”
• “Manual para no rendirse (ni morir en el intento)”
• “La gran aventura de alguien que aún no tiene idea de qué está haciendo”
No hay respuestas incorrectas. La clave es ver tu vida desde afuera y darte cuenta de que TÚ eres el protagonista de esta historia.
Paso 2: Diseña la portada
Visualiza los colores, la imagen, la tipografía. ¿Sería una portada minimalista o llena de caos y energía? ¿Tendría tu foto o una ilustración misteriosa? Piensa en cómo querrías que los demás percibieran tu historia.
Incluso, si te animas, haz un boceto, usa Canva o dibuja algo en una servilleta. No importa el formato, lo importante es que tu libro (o tu vida) empiece a tomar forma en tu mente.
Paso 3: ¿Te gusta lo que ves… o quieres reescribir tu historia?
Aquí viene lo interesante: ¿el título de tu libro refleja la vida que realmente quieres vivir?
Si la respuesta es sí, ¡felicidades! Estás escribiendo una historia que amas.
Si la respuesta es no, aquí tienes la oportunidad de cambiar el rumbo. No esperes a “algún día” para empezar a escribir la vida que quieres. Cada día es una nueva página en blanco. Y tú decides qué va en ella.
Reflexión final: La historia que aún no has escrito
Es fácil quedarse atrapado en la rutina y olvidar que estamos creando nuestra propia historia. Pero cada decisión, cada pequeño paso, cada giro inesperado… todo suma.
Así que dime: si pudieras elegir el título de tu próximo capítulo, ¿cuál sería?
Déjamelo en los comentarios. Quién sabe, tal vez el primer paso para escribir tu libro comienza hoy.




Deja un comentario