Voy a adivinar: te levantas, trabajas, comes, sigues trabajando, te desplomas en el sillón viendo algo en el celular y repites el ciclo al día siguiente. ¿Me equivoco?
Si sientes que el tiempo se te escurre como agua entre los dedos y que cada semana es una copia de la anterior, necesitas un hobby ya mismo. Y antes de que me digas “es que no tengo tiempo”, te tengo una noticia: el tiempo se hace, no se encuentra.
¿De qué sirve la vida si no hacemos lo que nos gusta?
Nos pasamos años dedicando energía a cosas que “tenemos que hacer”, pero ¿qué hay de lo que realmente queremos? Un hobby no es solo una distracción, es una válvula de escape, un salvavidas emocional, una chispa de entusiasmo en medio de la rutina. Es ese momento del día en el que existes solo para ti.
Piensa en esto: si tuvieras dos horas extra al día, ¿qué harías? Pintar, escribir, aprender sobre astrología, tomar clases de cocina, armar rompecabezas imposibles, coleccionar piedras raras… ¡lo que sea! Ahí está la respuesta.
Ok, quiero un hobby, pero… ¿por dónde empiezo?
Fácil:
1. Piensa en algo que te intrigue. No tiene que ser algo en lo que ya seas bueno. La curiosidad es la mejor brújula.
2. Busca gente que comparta ese interés. Clases, comunidades en línea, grupos locales. Nunca sabes, podrías terminar con nuevos amigos… o con el amor de tu vida.
3. Comprométete. No dejes que se quede en “algún día”. Es fácil posponer lo que es solo para nosotros, pero tú también eres una prioridad.
Lo mejor de todo es que no solo te diviertes, sino que te conoces mejor, expandes tu mundo y hasta puedes descubrir talentos ocultos. Hay personas que han salido de depresiones, han cambiado de carrera o han encontrado su propósito de vida simplemente empezando con un hobby.
Así que dime: ¿qué te gustaría hacer solo porque sí, sin la presión de ser “bueno” en ello? Te leo en los comentarios.




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