¿Sientes que no encajas? Aprende de Jacob cómo encontrar tu equilibrio y brillar donde sea

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Te entiendo. A veces parece que no estamos en el lugar correcto. Te sientes fuera de lugar, desconectad@, como si algo no hiciera clic. Pero, ¿y si ese sentimiento no es un problema, sino una pista? Déjame compartirte algo que cambió mi perspectiva, y estoy segura de que puede cambiar la tuya también: la historia de Jacob (Iaäkov).

Jacob no solo es un nombre en la Biblia, es un ejemplo vivo de lo que significa encontrar equilibrio, propósito y conexión, incluso cuando todo a tu alrededor se siente ajeno. Vamos a desmenuzarlo juntos, porque su viaje también es el tuyo.

1. Tu energía no tiene fronteras

Jacob dejó Israel, un lugar sagrado, pero ¿sabes qué? No perdió su conexión. Según el Zóhar, él llevó la santidad consigo. Esto me hace pensar: a veces creemos que nuestra luz depende de dónde estamos, pero la verdad es que todo está dentro de nosotros. Tú puedes llevar tu energía a donde sea, incluso si ahora sientes que el lugar donde estás no te representa.

Imagina esto: ¿cómo cambiaría tu vida si supieras que tu propósito y tu brillo no dependen del lugar, sino de lo que llevas en tu interior? ¿No sería liberador? Porque eso es lo que Jacob hizo: convirtió cualquier lugar en tierra sagrada.

2. Encuentra tu equilibrio: Misericordia, juicio y armonía

En la Kabbalah, Jacob es la Columna Central. ¿Qué significa esto? Que él logró equilibrar dos fuerzas opuestas: la misericordia (Jésed) y el juicio (Din). Estas dos energías están dentro de todos nosotros. A veces somos demasiado blandos y otras demasiado duros, ¿verdad? El truco está en encontrar ese punto medio, esa armonía (Tiféret) donde todo fluye.

Y sí, eso suena complicado, pero es posible. Jacob lo hizo, y tú también puedes. Piensa en esas veces que has logrado tomar decisiones desde un lugar de paz, no de rabia ni de miedo. Eso es Tiféret. Eso es el verdadero equilibrio.

3. La lucha que te transforma

Uno de los momentos más poderosos en la historia de Jacob es cuando lucha con un ángel toda la noche. Parece una batalla física, pero en realidad es espiritual. Esa lucha representa las batallas internas que todos enfrentamos: con nuestros miedos, nuestras dudas, nuestras sombras.

¿Sabes qué pasa después? Jacob no solo vence, se transforma. Cambia su nombre a Israel, que significa “aquel que lucha y prevalece”. Su lucha no fue fácil, pero lo convirtió en alguien más fuerte, más alineado, más auténtico.

Esto me lleva a ti: ¿cuál es tu batalla ahora? Sea lo que sea, no estás sol@. Esas luchas internas, aunque difíciles, están aquí para transformarte, no para destruirte. Solo tienes que confiar en que hay algo más grande esperándote al otro lado.

Lo que puedes ganar (o perder)

Siguiendo el ejemplo de Jacob, puedes ganar algo increíble: claridad, equilibrio y una conexión profunda con tu propósito. ¿Qué significa eso en tu día a día? Decisiones más fáciles, menos estrés, más confianza. Pero si ignoras esta oportunidad de mirar dentro, podrías perderte en el ruido, en el caos de las dudas y los “¿qué pasaría si…?”.

Mi invitación: Haz tu lucha valer

Jacob nos enseña que no importa dónde estés, con quién estés o qué tan dura sea la pelea, siempre puedes encontrar tu equilibrio y llevar tu luz a cualquier lugar. No es fácil, pero vale la pena. Así que aquí está la pregunta: ¿vas a aceptar esa lucha, enfrentarla con todo tu ser, y salir transformad@? Porque yo creo que puedes.

Tu energía no tiene límites. Tu lucha tiene un propósito. Y tu transformación está más cerca de lo que crees. ¿Qué dices? 🌟

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