¡Hola, amigo! Hoy vamos a hacer algo súper especial: vamos a dar un vistazo a nuestro pasado. Revisar el pasado nos ayuda a entender cuánto hemos logrado hasta hoy, pero también sabemos que no siempre llevamos solo buenos recuerdos. Hay historias difíciles que, aunque no queramos, cargamos con nosotros durante nuestra vida.
Soltar lo que duele
Hoy es el día perfecto para soltar un recuerdo que te ha lastimado o que ha sido difícil de superar. Para comenzar, busca entre tus cosas un objeto que te haga recordar ese momento difícil. Puede ser cualquier cosa: una foto, un peluche, un suéter, ¡incluso un perfume! Los aromas tienen una manera única de transportarnos a momentos específicos de nuestra vida.
El ritual del adiós
Cuando tengas ese objeto en tu mano, cierra los ojos y visualiza ese momento doloroso. Si necesitas llorar, hazlo. Permítete este momento de catarsis. Luego, abre los ojos y pronuncia estas palabras:
«Te he llevado conmigo como un fantasma que me acecha cada vez que te recuerdo. He vivido el dolor de este momento una y mil veces, y cada vez que lo hago siento un profundo dolor en el pecho. Hoy es momento de dejarte ir y ser libre de tu pesar. Hoy prefiero ser feliz y al fin te libero.»
Liberación final
Ahora, toma ese objeto y destrúyelo. Quémalo, córtalo, rómpelo o tíralo a la basura. Haz lo que sientas necesario para simbolizar que estás soltando ese dolor. Es tiempo de dejarlo ir y sentir la libertad de soltar ese peso.
¿Y después qué?
Después de este ritual, siéntate un momento y respira profundamente. Siente cómo te has liberado de una carga que llevabas contigo. Permítete sentir la ligereza y la alegría de haber dado un paso hacia tu bienestar emocional.
Recuerda, este es un proceso personal y único para cada uno de nosotros. No hay una forma correcta o incorrecta de hacerlo. Lo importante es que te des la oportunidad de soltar y sanar.
¡Ánimo, amigo! Estás en el camino hacia una vida más feliz y libre de cargas emocionales del pasado.
¡¡¡ Cero estrés, cero maldad !!! 
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