La sabiduría puede parecer un concepto intimidante. ¿Por dónde empezamos? ¿Acaso necesitamos sumergirnos en libros antiguos, asistir a clases filosóficas o renunciar a todas nuestras posesiones terrenales? La respuesta es más sencilla de lo que podríamos pensar.
El Baal Shem Tov, un célebre rabino y místico judío, nos ofrece una pista valiosa. Según él, uno se convierte en sabio cuando comienza a ejercitar su propósito en la vida y a cuestionar las emociones, los principios e incluso el lenguaje que los demás dan por sentado. Es como si fuéramos animales que, al reconocernos plenamente en un espejo, adquirimos consciencia de nosotros mismos. De manera similar, podríamos decir que nuestro viaje hacia la sabiduría comienza cuando somos conscientes de nuestra capacidad para analizar nuestras propias mentes.
¿Estás listo para dar ese primer paso? Al hacerlo, descubrirás que la vida comienza a cobrar un nuevo sentido. Como diría el Magid de Lublin, otro sabio del judaísmo, empezamos a vivir una vida que verdaderamente vale la pena.
La sabiduría no se trata de acumular conocimientos o renunciar a lo material, sino de entender y cuestionar nuestra propia existencia y las creencias que nos rodean. Al tomar consciencia de nosotros mismos y de nuestro propósito, abrimos la puerta a una vida más plena y significativa.





Deja un comentario