Hola, amigos. Hoy quiero compartir con ustedes una reflexión que puede transformar completamente cómo vivimos cada día. ¿Alguna vez se han preguntado si su día es realmente hermoso? ¿Y si lo afirmamos desde el momento en que abrimos los ojos, sin siquiera saber qué nos deparará el día?
He notado que las personas que irradian felicidad tienen algo en común: eligen ver su día como algo positivo, sin cuestionarlo. No es algo que simplemente creen, es algo que saben con certeza. Hay una gran diferencia entre creer que tu día será bueno y saber que así será. Esta convicción eleva nuestra frecuencia, nos prepara para enfrentar cualquier reto que se presente, no como un obstáculo, sino como una oportunidad para fortalecer nuestra felicidad.
En el mundo de la espiritualidad, como en la Kabbalah o el Taoísmo, se habla mucho sobre la importancia de la actitud mental y cómo esta puede influir en nuestra experiencia del mundo. Como dijo Lao Tzu: “El viaje de mil millas comienza con un solo paso”. Y ese paso es la decisión de ver la vida con optimismo y grandeza.
Hoy, les propongo un desafío: desde el momento en que se despierten, afirmen con convicción: “Hoy es el día más perfecto de mi vida”. Vivan el día con esa certeza, plenamente conscientes de la belleza y las oportunidades que les presenta.
Al final del día, tomen un momento para reflexionar y escribir cómo se sintieron y qué experiencias tuvieron. ¿Notaron un cambio en su percepción o en las situaciones que enfrentaron? Compartan sus historias en los comentarios, y veamos juntos cómo esta simple afirmación puede cambiar nuestras vidas.
Recuerden, la felicidad y la percepción de la belleza son decisiones que tomamos cada día. ¡Hagamos que cada día cuente!
¡Nos vemos en el próximo vlog!




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