¡Hola, exploradores de la existencia! Hoy nos sumergiremos en una travesía interior, donde descubriremos el asombroso universo que yace en cada uno de nosotros. ¿Listos para un viaje fascinante por el laberinto de la propia esencia?
Eres en ti. Vives en ti.
Piénsalo un momento. En este inmenso baile de personas que van y vienen, tú eres la constante. Aquella presencia que nunca te abandona, que permanece cuando los demás se desvanecen. Sí, ¡ese eres tú! A veces, nos sorprendemos de lo que somos capaces de lograr, algo más grande de lo que imaginábamos. ¿Sabes por qué? Porque tu poder es infinito.
La Kabbalah nos enseña que somos una chispa divina, una manifestación única de la energía universal.
Todos necesitamos reconocer ese ser que reside en nosotros. Mirarnos con más amor, conocernos para confiar más en nuestra esencia. Desnudarnos de máscaras internas y abrazar nuestras luces y sombras sin juicios. ¡Somos luz y oscuridad, vivencias y recuerdos, personas y soledad, alegría y tristeza, sueños y caídas!
La aceptación es la clave.
Es hermoso aprender a aceptarnos, amarnos más y juzgarnos menos. Ser, simplemente ser… pero nos olvidamos. Por eso, quiero regalarnos a todos esto. La necesidad de recordar que podemos ser lo que queramos ser, sentir lo que queramos sentir. Lo que dejamos vivir en nuestra mente gobierna nuestra vida. Mejoramos el mundo desde nuestro interior, conectamos sano con los demás conectando primero con nosotros mismos.
“El primer amor no siempre llega en orden”, pero en realidad, el primer amor eres tú mismo.
¡Sí, tú! Aunque a veces nos descubrimos tarde, siempre es a tiempo. En cada mirada al espejo, en cada reconocimiento, aprendemos a no juzgarnos con dureza, permitiéndonos ser perfectamente imperfectos, únicos en este vasto universo.
Recuerda, tú eres la magia en tu propia vida.
La Danza de la Luz y la Sombra1. Encuentra un Espacio Tranquilo: Busca un rincón tranquilo donde puedas estar cómodo y sin distracciones. 2. Posición Relajada: Siéntate cómodamente, cierra los ojos y toma varias respiraciones profundas. Siente cómo el aire entra y sale de tu cuerpo, permitiendo que la tranquilidad te envuelva. 3. Visualización de la Luz Interior: Imagina una luz radiante en tu interior. Visualiza cómo esa luz crece a medida que te sumerges más profundamente en tu ser. Esta luz representa tu chispa divina, tu esencia única. 4. Abrazo a la Sombra: Ahora, conscientemente, permite que aparezcan sombras en esa luz. No temas a las sombras, abrázalas. Reconoce las partes de ti que a veces ignoras o juzgas. Estas sombras también son parte de tu ser. 5. Danza de la Integración: Visualiza cómo la luz y las sombras danzan juntas. Observa cómo se entrelazan y crean un patrón armonioso. Esto simboliza la unidad de todas tus facetas, la aceptación de ti mismo en su totalidad. 6. Mantra de Conexión: Mientras te sumerges en esta danza interna, repite un mantra sencillo, como “Yo soy luz y sombra, un ser completo”. Siente cómo cada repetición fortalece la conexión con tu esencia. 7. Regreso Consciente: Abre lentamente los ojos, lleva contigo la sensación de unidad y aceptación. Convierte esta experiencia en un recordatorio diario de tu capacidad para integrar todas tus dimensiones.
Este ejercicio te invita a explorar la dualidad en ti, abrazando tanto la luz como la sombra. En la danza de estas energías, encontrarás la magia de tu ser completo. ¡Disfruta de tu viaje interior!




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