¿Por qué algunos nos aferramos a lo que no debemos?»

el

La persistencia es una de las cualidades más admiradas en las personas. Nos gusta ver a alguien que no se rinde, que sigue adelante a pesar de las dificultades. Pero ¿qué pasa cuando esa persistencia se convierte en obstinación? ¿Cuando nos aferramos a algo que no nos conviene?

Si te has preguntado alguna vez por qué te cuesta tanto dejar ir una relación tóxica, un trabajo que no te gusta o un hábito poco saludable, quizás debas examinar tu nivel de persistencia en persistir. Sí, así como suena. La persistencia en la persistencia es esa tendencia a aferrarnos a lo que no debemos, a pesar de que sabemos que nos hace daño.

Pregúntate si eres consistente en tu determinación, o si más bien eres errático en tus decisiones. ¿Cuántas veces has intentado dejar de fumar, empezar una dieta o ir al gimnasio, solo para abandonar al poco tiempo? Si tienes voluntad y determinación, ¿por qué te cuesta tanto ser constante?

Quizás tengas miedo de acceder a tu tenacidad y comprometerte con algo. Tal vez temes quedar atrapado por tu compromiso, o que se convierta en una carga en lugar de una motivación. Si es así, piensa si esa actitud viene de algún trauma del pasado que te hace sentir vulnerable ante el cambio.

Otra posibilidad es que hayas desarrollado una capacidad de persistencia para las malas experiencias, y que subestimes tu capacidad para persistir en las buenas. Si te acostumbras a tolerar el dolor y la incomodidad, es posible que no sepas cómo disfrutar del placer y la comodidad. Pero recuerda que persistir en algo positivo puede darte una satisfacción mucho mayor que persistir en algo negativo.

Por eso, el ejercicio del día es comprometerte a desarrollar un nuevo buen hábito. Piensa en algo que siempre has querido hacer pero nunca te has animado, como leer un libro por semana, meditar todos los días o llamar a un amigo cada semana. Proponte hacerlo durante un mes, y verás cómo tu persistencia en persistir puede ser una fuerza positiva en tu vida.

En resumen, persistir es bueno, pero persistir en lo que no debemos nos limita. Examina tu nivel de persistencia en persistir, y si es necesario, cambia de dirección. La persistencia en persistir puede ser una bendición o una maldición, depende de cómo la uses.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s