Hoy quiero hablarte sobre algo muy importante en la vida: la disciplina y la vinculación.

¡Sí! Ambas palabras van de la mano, y es que cuando nos disciplinamos a nosotros mismos o a otros, estamos demostrando un compromiso y una unión que nos lleva a lograr grandes cosas juntos.

La disciplina puede ser difícil de aplicar, tanto a nosotros mismos como a los demás, pero cuando lo hacemos con el objetivo de crecer y mejorar, ¡los resultados son increíbles! Y es que, cuando nos disciplinamos, estamos demostrando que valoramos nuestra relación con los demás y que estamos dispuestos a trabajar juntos para alcanzar nuestros objetivos.

Por eso, hoy quiero proponerte un ejercicio muy sencillo pero muy efectivo. Si tienes hijos o eres maestro, te invito a que les demuestres cómo la disciplina puede expresar la intensificación de su unión y compromiso mutuo. ¿Cómo? Muy fácil. Piensa en una actividad que les guste a ambos, como jugar al futbol o hacer manualidades, y acuerda con ellos una disciplina para llevarla a cabo.

Por ejemplo, si van a jugar futbol, acuerden que ambos se comprometerán a practicar juntos una hora al día durante una semana. De esta forma, estarán demostrando que la disciplina no es algo que se impone desde fuera, sino algo que se hace en equipo, para lograr una meta común. Además, estarán creando un vínculo más fuerte y profundo, basado en el compromiso y la unión.

Así que ya sabes, amigo, la disciplina y la vinculación van de la mano, y juntas pueden llevarnos a lograr grandes cosas. ¿Te animas a poner en práctica el ejercicio del día? ¡Cuéntame cómo te va!