Varias veces me han pedido limpiar espacios donde quienes los habitan se sienten cansados, tristes, enojados, nada les sale bien, etc.; y eso empezó a pasarles cuando llegaron a ese nuevo hogar o sitio de trabajo.
Esto es muy cierto: en todos los lugares donde vivimos, en todo lo que tocamos, vamos dejando nuestra energía personal; positiva o negativa, la energía queda impregnada en paredes, vidrios, piso.
Existe una habilidad psíquica llamada psicometría que, con solo tocar las paredes de una casa, puedes obtener información de las personas que vivieron ahí.
Por eso, cuando llegamos a un nuevo domicilio debemos limpiarlo y una de las formas de hacerlo es con sal de grano.
Te doy la receta.
Sal en las esquinas: como sabrán, en el mundo espiritual la sal es un elemento fundamental porque realinea las nuevas energías y actúa como conductor de la energía etérea.
Pones sal de grano en un tazón, toma tres pizcas y espárcelas en cada esquina de una habitación, luego te ubicas al centro y giras en el sentido de las manecillas del reloj.
Regresa a cada una de las esquinas tirando un poco más de sal y dices estas palabras en cada esquina:Sal sagrada de tierra y de mar despeja esta habitación para ser libres de toda energía negativa y de todo mal.
Con esto es suficiente.
