Hoy ofrece tu 100%
El principal problema de por qué sentimos que fracasamos es porque creemos que las cosas hubieran sido de una u otra manera y que pudiste haber hecho algo al respecto.
Un ejemplo: en el trabajo te dicen que hagas determinada presentación; la haces y el jefe no queda satisfecho y hasta te regaña; obviamente, te sientes chinche y te culpas por lo que pudiste haber hecho mejor, pero ya no fue así y tu cabeza te acribilla con reproches.
Pero qué pasa cuando uno se dice a sí mismo: ¡este es mi 100%!
Entonces sabemos que el problema no está en nosotros, que si no sale como se planea es porque Dios o el universo nos tienen preparado algo mejor.
Se trata de simplemente decir: yo ya di mi 100%, lo demás te lo dejo a ti y confiaré plenamente.
Siendo así, ya no hay reproches, enojos o culpas hacia el pasado, ni piensas en todo lo que pudiste dar.
De antemano, tú ya lo diste y con eso es suficiente para no martirizarte más.
Por ello, hoy y siempre debes dar tu 100% en todo lo que hagas.
Esfuérzate y al final sonríe porque no importa cuál sea el resultado, diste tu todo y es más que suficiente.
