Es nuestro deber saber cómo hacemos las cosas en la vida, pues así descubrimos qué tan equilibradas están nuestras energías.
Las tres energías básicas son: a) Instinto: no lo pensamos, simplemente actuamos porque así lo sentimos. b) Obligación: todos los deberes de tu día a día; cosas que deben ser y hacerse. c) Placer: las acciones que nosotros nos permitimos hacer para estimular nuestro estado de ánimo.
Estas tres energías deben permanecer en todo momento, debemos tener el perfecto equilibrio para no perdernos, porque si hacemos todo instintivamente, perdemos la oportunidad de decidir por nosotros, por nuestros propios motivos; si todo lo hacemos por obligación, nos convertimos en robots sin vida ni alma; si todo es por placer, nos transformamos en unos libertinos empedernidos sin rumbo fijo. Si juntamos las tres energías, tendremos una vida satisfecha.
Vean mi caso como ejemplo: por instinto me cepillo los dientes, voy al baño, duermo, también me froto los ojos para despertar y ayudo a la gente.
Por obligación tengo que hacer ejercicio, por la dieta tengo que comer cosas que no me gustan, etc.
Por placer trabajo con mis pacientes, imparto cursos, platico con mis amigos.
Ahora tú, este día, dime: ¿qué harás por placer, por obligación y por instinto?
