Ese día que tanto esperamos y nada más no llega...
Si vivimos enfocados en los macroeventos de la vida, permanecemos en actitud de espera continua a que llegue ese gran momento en que pueda suceder algo: la fiesta esperada, la comida, el ascenso en tu trabajo, etc.
¿Qué pasa cuando esperamos esos macroeventos? La vida se nos va esperando.
¿Y si no llegan? Nos vamos para abajo, nos deprimimos y todo porque eso que tanto esperábamos nomás no llegó.
Ahora bien, ¿qué pasa si logramos ver los pequeños detalles de la vida? ¿Los microeventos?
Observa tu cuerpo por un minuto, ve de qué estas hecho.
¿Puedes ver los bellos, la piel?
Pon atención y podrás ver los pequeños poros de tu piel, y si nos fuéramos a lo más profundo, podríamos llegar a ver las células que nos conforman. Es decir, te darías cuenta de que estamos hechos de microcosas que se han ido acumulando hasta formar una macrocosa.
Así es la vida. Si logras ver sus pequeños eventos, como salir a comer, emocionarte por bañarte con el champú que elegiste, hablar con tu mejor amigo, etc., te darás cuenta de que esos pequeños momentos pueden hacer tu día…, y no solo de tu día, sino de toda tu vida, ¡un macroevento!
