Pedir perdón no es más que aceptar los sucesos sin buscar culpables; siempre que nos duele algo lo primero que hacemos es buscar quién nos la hizo o quién nos la paga, pero al final qué importa quién te lo hizo si a quien le duele es a ti.

Entonces, resuélvelo tú mismo.

Repite conmigo estas palabras:Acepto que (dices el nombre de la persona) es (dices la forma como tú crees que es). Admito que es un ser humano con situaciones y vivencias que lo han llevado a reaccionar como muchos no esperábamos, mas no pretendo cambiarlo, pero sí aceptarlo.

No es necesario tener a la persona cerca de ti para que te sientas lastimado, simplemente acepta los hechos y decide rodearte de quienes te hagan feliz y te ayuden a crecer.

Recuerda también que nadie te hace daño, tú eres quien elige lastimarse.

Deja de maldecir al vecino, quien lo resiente es tu cuerpo y tu alma, no la otra persona.

Pedir perdón es un reto, y si lo logras, habrás ganado la victoria.