Esa desconexión de nosotros mismos con la que hemos llegado a donde estamos hoy, hace que aún no tengamos la capacidad de reconocernos, escucharnos, atendernos y entendernos.
¿Qué necesitas en este momento?
¿Qué te pide tu cuerpo?
¿Qué te pide tu corazón?
¿Qué necesita tu mente?
¿Cómo estás ahora?
Te invito a contestar estás preguntas y a acordarte de ti.
Tú también existes, tú también importas.
No permitas que tú cuerpo enferme porque no se siente escuchado.
Aprende a darte un espacio en tu día para ti, para lo que quieras hacer, descansar, pasear, bailar.
