
En cierta ocasión me preguntaron:
_ ¿Qué ganas compartiendo con los demás, si las personas siempre pagan mal?
A lo cuál respondí:
_ Generalmente ′′ no gano nada «, sino que ′′pierdo cosas.»
Pierdo el estrés, porque soy feliz al ver sonreír a las personas.
Pierdo la arrogancia, porque ser egoísta destruye el alma.
Pierdo la codicia, así gano el amor por mi mismo.
Pierdo la envidia, porque comparto con alguien.
Pierdo mi ira, porque mi corazón se llena de emociones.
Pierdo la impaciencia, la desesperación y el desánimo.