
Los obstáculos están para probarnos.
Para que te preguntes, ¿cuánto quiero eso que quiero?
Y ¿qué estoy dispuesto a hacer para conseguirlo?
Las cosas fáciles nunca llevaron a grandes resultados.
Y los caminos difíciles están llenos de obstáculos, por eso pocas personas llegan a la meta. Normalmente en el primer obstáculo muchos desisten, cambian de camino o renuncian.
Quizá un obstáculo es una oportunidad para preguntarte cuánto quieres eso que quieres, y recordarte por qué estás en el camino y mantenerte con más fuerza y motivación para conseguirlo.