
Los días grises no existen; son producto de tu imaginación.
Eso explica por qué cuando el día está gris (lluvia, rayos y truenos) hay personas felices poniendo su mayor alegría en lo que hacen.
Y por qué cuando el día es de colores (sol, flores y mar) hay personas tristes poniendo el día gris a cada persona con la que se encuentran.
Porque todo está en la forma de mirar.
Darte cuenta de qué color has elegido (hay que prestar atención para saberlo) es la clave para pintar los días del color que quieras.