
Somos esclavos de esos miedos que se esconden detrás de nuestras excusas.
Cuando no eres capaz de verlos, toman el poder, te guían, y destruyen tus sueños.
Te dicen que mo eres capaz, que no es para ti, que no puedes.
Recuerda que siempre estarán ahí, pero no tienes por qué escucharlos.
Serán tan grandes como la atención que les des.
Prueba creer en ti.
Entonces los miedos se harán pequeños, y estarás más cerca de conseguirlo.