Puedes escuchar el siguiente articulo en el podcast:
El estrés, la depresión y los trastornos mentales son las plagas imperceptibles del nuevo siglo. ¿Qué son estas enfermedades? ¿De dónde vienen? ¿Cómo se puede curar algo que no se puede ver?
Durante esta época, cada uno de nosotros está en un viaje hacia el mejoramiento de su vida diaria y la expansión de la conciencia. Todos estamos en este viaje sin importar si nuestra mente racional y consciente está de acuerdo.

Muchas investigaciones sugieren que muchos de los problemas mentales y físicos de la actualidad se originan en el estrés de la vida diaria.
Si el estrés es la causa de nuestras afecciones, eso nos lleva a preguntarnos: ¿cuáles son las causas del estrés?
Las úlceras son un clásico ejemplo de enfermedades relacionadas con el estrés. El estrés también interfiere con los patrones de sueño sanos. El estrés es responsable de la degradación de los biorritmos naturales de los cuales depende la salud.
Algunos investigadores médicos incluso sugieren que toda enfermedad se origina por problemas relacionados con el estrés.
Usualmente, cuando los investigadores intentan explicar las tensiones del estrés, en realidad describen alguna condición o situación que causa tensión: dificultades financieras, problemas familiares, inseguridad laboral y muchas otras cosas son propuestas como razones subyacentes de estrés. Sin embargo, esta no es una definición sólida de lo que realmente es.
Definir el estrés es distinto a definir nuestra reacción ante un aspecto de nuestro mundo físico, el mundo ilusorio de los cinco sentidos.
Quizá este error proviene de una necesidad de encontrar la causa del estrés en el mundo material, donde puede ser sujeto de experimentos de laboratorio.
No obstante, la realidad del estrés tiene mucho que ver con el mundo metafísico. Si la preocupación es simplemente una actividad de resolución de problemas, entonces ¿por qué la preocupación nos lleva a ansiedad emocional? Las conclusiones de Werner Heisenberg, físico y ganador del premio Nobel, respondieron a este dilema a través de su trabajo sobre el “principio de incertidumbre”. Dicho simplemente, este principio establece que nunca podemos confiar plenamente en nuestros sentidos, lo que percibimos es una realidad cuestionable.