Yinshi, propiamente significa sabio oculto en chino. Podríamos decir que se trata de un filósofo que no se apega a ningún grupo, ni forma parte de ningún organigrama para que su libertad no sea mermada.

Para este filósofo la libertad absoluta es el fundamento innegociable de su práctica. Y como siempre busca mantener esta libertad, el Yinshi, rechaza fama, poder riqueza e incluso la busqueda de una larga vida pues considera que todo eso es una atadura.

El sabio oculto quiere obtener una percepción integral del universo. Comprender los mecanismos que relacionan los diversos elementos que ahí aflora.

Desea habitar en el instante, monta la ola. Tocar su parte en la sinfonía. Cumplir con su papel en el sistema.

Para poder hacer esto el Yinshi prioriza el cultivo de la intuición frente al del pensamiento. Y en lugar de atiborrarse de conocimientos prefiere vaciarse.

Y por falta de mejores opciones, el Yinshi define su práctica como el camino de Tao.

¿Qué es el Tao?

El Tao es el tesoro de los hombres buenos, y el refugio de quienes no lo son; el Tao se mira pero no se ve, se escucha pero no se oye, se palpa pero no se siente; el Tao es vacío, pero inagotable; el Tao mora en la oscuridad del abismo, y es limpio como el agua cristalina; el Tao puede transmitirse pero no recibirse más no recibirse, el Tao es principio y final, y el camino en sí mismo.

¿Conoces a alguien que podrías considerar como sabio oculto, Yinshi?