TIFÉRET DE NÉTZAJ
Armonía en la Determinación

Existen personas que en ocasiones nos hablan sin freno y nos desequilibran fácilmente. Debemos escuchar, incluso a quienes nos impacientan. La determinación de Nétzaj debe ser equilibrada y no debe ser egoísta. Nuestra determinación no debe dañar a los demás. Debo ayudar para que el otro alcance la armonía. El egoísmo puede ser, equivocadamente, la base de la determinación; por ese motivo, en la base de nuestra determinación debe existir la ayuda al prójimo.
Mis objetivos deben ser solidarios y no egoístas. Por la fuerza de la dimensión de Nétzaj puedo llegar a percibir al otro como un competidor. Sin embargo, a través de la fuerza espiritual de Tiféret, el otro es mi prójimo. El gran interrogante que define la energía de Tiféret en Nétzaj es: ¿Puedo ver el aspecto positivo de mi supuesto competidor? Si logro controlar mi ego y reconocer las cualidades del otro, consigo alcanzar esta fuerza especial. No dejo de amar a los otros aunque haya obtenido la victoria (Nétzaj). Mi victoria siempre es interna y así lo debo sentir. Mi victoria se manifiesta en el control de mi propio ego. El egoísmo no puede ser la base de mi determinación, debe serlo la victoria espiritual de mi interior. Si consigo mi victoria, si percibo la victoria dentro de mí, obtengo la victoria real; la victoria exterior siempre es una ilusión.