YESOD DE GUEVURÁ
La Relación de la Fortaleza

Una persona es fuerte, cuando está unida a otra persona. Yesod nos indica que debemos actuar en equipo, en conjunto; que sin la ayuda del otro, sin la unión con el otro, no somos realmente fuerte. Nuestra fuerza no sirve sino tiene una relación con los otros. Las relaciones personales más fuertes (guevúricas) son las que tienen un objetivo en común. Ese es el fundamento de toda relación y de nuestra verdadera fuerza. Nuestra fuerza, en realidad, nace de nuestras relaciones personales. Hay quien cree que la fuerza es un producto individual. No es así. La verdadera fuerza me la brindan los demás cuando nos unimos en un proyecto único. El trabajo en equipo surge cuando tenemos conciencia de nuestra fuerza común.
Soy fuerte cuando comprendo que, al unirme al otro, soy más fuerte aún. No soy fuerte en la soledad. Puedo realizar ciertos trabajos de meditación individual en soledad, puedo lograr vislumbrar mejor mis objetivos, pero mis objetivos deben encontrarse en línea con los objetivos de otro. Si mis objetivos están en contradicción con el mundo, tendré graves problemas para poseer una fuerza real. El fundamento de mi existencia radica, por una parte, en ayudarme a mí mismo a crear mi proyecto de vida personal; pero, por la otra, en ayudar a los otros a consolidar sus respectivos proyectos de vida. Cada vez que ayudo a los demás me estoy ayudando a mí mismo a mejorar, y viceversa. Estamos unidos en un proyecto común.
Si mi fuerza no sirve para que otros desarrollen su potencial, mi fuerza es realmente débil, porque se desarrolla en la medida que sirva para fortalecer la fuerza de los demás. Cuando mi proyecto y sus proyectos se consolidan en un proyecto común, logramos el fundamento real de la fuerza. Cuando encontramos el sentido de nuestra vida en consonancia con el sentido de la vida de los demás es cuando encontramos esta energía.