GUEVURÁ DE GUEVURÁ
La Restricción de mi Restricción
Debemos ser conscientes de que el tiempo de nuestra vida es corto para cumplir con los objetivos espirituales que nos hemos propuesto. Tenemos que concentrarnos en destruir las interferencias que no nos conducen a los objetivos. Pero ¿Dedicamos tiempo suficiente para definir nuestros objetivos?
Debo pues, organizar mi tiempo para no perderlo. Debo organizarme para lograr alcanzar mis objetivos. Quizás mi disciplina es extrema, en ese caso debo moderarla, o quizás no tengo disciplina y no logró alcanzar los objetivos que me he propuesto, simplemente porque no me auto restrinjo. Debo pensar en tener un plan para cada día. Cada día es una nueva oportunidad que Dios me ofrece para alcanzar mis objetivos. Un día antes de cada día debo diseñar un pequeño plan de las cosas que realizaré mañana.
Los cabalistas deberían tener un día al mes solamente para pensar. En general, el místico judío lo hace en Shabat, pero finalmente, entre la familia y las oraciones sinagogales se puede crear un Shabat rutinario. Lo mejor, es elegir un día de la semana, fugar de nuestros compromisos y tener una jornada de compromiso con uno mismo. Debo llevar unas hojas y algún lápiz para escribir e ir dibujando los planes, posibles proyectos, los objetivos a cumplir en mi vida, en el corto, el mediano y en el largo plazo. Y luego, todos los días pensar en que debo focalizar mi vida hacia el cumplimiento de esos objetivos.
Debo ser disciplinado y organizado para poder ascender espiritualmente. No existe ascensión espiritual sin voluntad, sin esfuerzo y sin disciplina. El esfuerzo (en el judaísmo) es fundamental. No existe ningún grado de elevación sin esfuerzo. No existe un estudio serio y profundo si no dedicamos horas y horas a ello.