Salí a correr este fin de semana con neblina y un poco de frío, claro entre más tiempo corres y más esfuerzo haces el frío se dispersa, pero la neblina se queda, es una sensación de estar inmerso en una de esas buenisimas peliculas de suspenso, en un buen thriller, en donde solo estás esperando que algo sobre natural te suceda, esperas encontrarte a un hombre lobo, un vampiro, un extraterrestre; sin embargo, la mayoría de las veces solo te encuentras a tu vecina con el maquillaje corrido, porque se le olvido desmaquillarse la noche anterior; o bien te encuentras a tu vecino con sus atavios más exoticos, listo para hacer el aseo de su auto, medio gruñendo por el frío y por la neblina.

Pero en realidad me encanta salir a correr con ese clima, me hace imaginar cientos de esenas de peliculas, recordar cientos de historias que he leído, miles de cuentos y leyendas vienen a mi mente mientras corro en estas condiciones. con cada paso que doy me voy sintiendo parte de una historia, lo que hace que mi recorrido sea más divertido y reconfortante.
Después de haber corrido un buen rato, y de imaginar y contarme muchas historias, entre como en un estado de quietud mental que me llevo a reflexionar sobre ciertos temas, y el clima contribuía a generar un estado de ensimismamiento, de introspección ideal como para ayudar a dar sentido a pensamientos que necesitan asentarse.

Pensaba en qué respondería si me preguntaran o que respoderían otras personas si se nos peguntará ¿por qué amamos a alguien?, es casi seguro que casi todos responderíamos que amamos a la otra persona porque nos hace sentir de maravilla, incluso tratamos de explicar que esa persona a la que amamos, nos hace sentir seguros y amados, o bien, que nos trata con amabilidad y respeto, que es fiel a nosotros. Pero deacuerdo a la Kabbalah eso no tiene nada que ver con el amor verdadero. Porque a lo que nos estamos refieriendo a lo que estamos recibiendo, no a lo que estamos dando. El asunto es que de acuerdo a la Kabbalah, el amor se refiere a entregarnos nosotros mismos por completo, a compartir de forma incondicional , sin preocuparnos en absoluto, por lo que recibimos de la relación. No se trata de cómo nos hace sentir la otra persona, sino de cómo la hacemos sentir nostros a ella. Cuando hay amor verdadero, nuestros cuidados, nuestra peocupación y nuestro cariño por el otro, son incondicionales. No existe ningun requerimiento, ni un poco de interés propio. Cuando el amor es real, es geniuno, amar en símismo es nuestra fuente de placer. En esa carrera neblinosa me llevo a caer en cuenta de que la mayoría de los matrimonios, relaciones y sociedades están basadas en la necesidad de tomar, de recibir; no propiamente en el amor.
Muy buena reflexión, si nos preguntáramos o nos preguntan ¿Que es amar? cual sería lo que llegaría a nuestra mente y corazón, concordarían las ideas que nos exponen entre los 2. Ya que la mente puede mencionar es buena persona y el corazón quien nos hace sentir bien. Debemos trabajar y entender quiénes somos y nos ofrecemos para conocer que es el amor y así poder amar.
Me gustaMe gusta