Este viernes pasado tuve la oportunidad de salir un rato de la ciudad para disfrutar de unas cuantas curvitas, y un poco de trafico interurbano, no fue una rodada larga pero si un buen momento para pasar con los amigos.

Fue una de esas ocasiones en que tienes la oportunidad de conectar con los amigos y olvidar el estrés que ha acarreado la semana. y también nos da la oportunidad de conectar con nuestros deseos, emociones, sensaciones y pensamientos. Yo regularmente en estás Rodas aprovecho para acomodar conceptos, temas que ya traigo en mente pero no he podido, o tal vez no he querido, ponerlos en su lugar.

Comenzamos esta rodada en el cafe de nuestro querido amigo, el chef Fernando Padilla, que antes de que lo olvide quiero felicitarlo por su nueva montura, una hermosa BMW nineT Sacrambler; espero hermano que la disfrutes profundamente y que sea una gran compañera de aventuras.

Como decía comenzamos temprano la rodada en @Fercafe donde nuestro hermano biker y amigo, nos dio a degustar unas extracciones de cafe, que fueron la gloría para poder empezar nuestra rodada, nos permitió despertar y establecer un poco el ritmo de la rodada.

Ya de camino a Malinalco, pueblo mágico en el Estado de México, pudimos disfrutar de una carretera tal vez no tan limpia y libre de trafico, pero si lo suficiente como para ayudarnos a despejar la mente y disfrutar de nuestras monturas, mi buen amigo Goyo Mendoza llevo a su poderosa F 900 XR, nuestro gurú Gamaliel Main su hermosa F 800 R, nuestro doctor Jaime Lizola llevo su intrépida F 750GS, y obviamente lleve a mi querida Blue Soul, una F 900 R. Pasamos por una serie de pueblos, curvas, carreteritas donde fuimos percibiendo como iba saliendo el sol y como nos iba alcanzando la luz, en un punto de estas subidas y bajadas, carreteritas y pueblos, la neblina hizo su aparición y nos hizo un poco más divertido el viaje, todo listo y dispuesto para que llegáramos a desayunar a Malinalco.

Llegamos a un pintoresco hotelito en Malinalco, @CasaBugambilias, en donde la señora Alicia, dueña del hotel, nos tenía preparado jugo, fruta, cafe, pan, quesadillitas; algo nada más para el antojo.

Después de conocer el hotelito y de desayunar emprendimos el regreso, tal vez un poco más alegres o motivados para regresar un poco a la rutina diaria, agradezco a mis amigos Gama, Goyo, Jaime, Fernando por este paseito y desayuno. Con ello nos pudimos librar un poco del estrés y la maldad.
